Puede ahorrar hasta un 40% comparado con lo que costaría el mismo producto en el país. Sólo necesita contar con una casilla, lo que equivale a tener una dirección física en EE.UU. Diversas empresas en Chile ofrecen esta opción de manera gratuita.
por Ricardo Acevedo Zalaquett para el suplemento de Tendencias - 25/10/2009
Esta es una de las posibilidades que ofrece el comercio a través de internet, un fenómeno que está dando origen a un nuevo tipo de cliente conocido por los expertos como "consumidor 2.0.
¿Las ventajas? Puede comprar pagando hasta un 40% menos de lo que le saldría el mismo producto adquirido directamente en las tiendas de retail en Chile. Todo se ve facilitado por eficientes sistemas de despacho, que permiten rastrear en todo momento la ubicación del artículo que se compró.
Lo más buscado, según las empresas que se especializan en esta clase de operaciones, son computadores, libros, música, artículos para el hogar y accesorios para deportes, como la pesca y el golf. En Chile existe cerca de una docena de estas compañías, que trabaja despachando a nuestro país productos que las tiendas estadounidenses no envían directamente. La recepción puede ser tan rápida como 48 horas, dependiendo de la opción de despacho que se elija en la tienda de Estados Unidos.
CASILLA EN MIAMI
Lo primero que se requiere para poder ingresar a este mundo de ofertas de compañías que no despachan a Chile es contar con una dirección en Estados Unidos, ya que las tiendas en ese país envían a una dirección física interna. Esta misma dirección sirve para comprar en cualquier país que tenga despachos a EE.UU., lo que permite ampliar las opciones de compra a casi todo el mundo. Para esto se requiere crear una casilla en Miami. Existe una docena de empresas del tipo courier que ofrecen crear esta casilla: Trans Express.cl, Eshopex y Hotexpress.cl son algunos ejemplos.
La casilla se crea simplemente registrándose en el sitio, para lo cual se debe llenar un formulario con antecedentes como nombre, dirección, email, método de pago, etc. Luego, el cliente recibe un email con el número de casilla correspondiente y la clave o PIN que le permitirá comprar. Esto es el equivalente a contar con una dirección física en EE.UU., con oficina y bodega. Algunos sitios cobran una cuota que ronda los $ 10.000 por la incorporación, mientras que otros ofrecen la casilla de manera gratuita, así que para ello se recomienda fijarse bien en las cláusulas de "término y condiciones del contrato", que aparecen al final del formulario de registro.
COMPRA DEL PRODUCTO
Una vez creada la casilla, el usuario tiene dirección en EE.UU. y puede comenzar a comprar. Esta es la parte entretenida, ya que acá puede vitrinear por tiendas como GAP, Victoria Secret, Wall-Mart, si lo que busca es ropa, o bien elegir un computador en las páginas de Apple o Dell, por nombrar algunos ejemplos. Ya escogido el producto, se paga con la tarjeta de crédito y el sistema pregunta la dirección en la cual se debe despachar el pedido. Allí el usuario debe digitar su nombre, el número de casilla que le fue asignado y la dirección de la empresa que le creó la casilla.
En este punto hay que fijarse en las opciones de despacho que ofrece la tienda. Si quiere optar por el precio más económico, lo mejor es elegir la alternativa free shiping, ya que así no le recargarán extra por el despacho al interior de Estados Unidos. Esta opción puede demorar hasta cinco días la entrega de su producto desde la tienda, ya que generalmente implica un despacho vía terrestre. Si tiene urgencia, entonces debe elegir una opción de envío más rápida.
Cabe destacar que el usuario puede seguir en todo momento la ubicación de su producto, ya que en EE.UU. le asignan un "número de rastreo", con un link a la empresa que realiza el transporte del producto (Fedex, DHL, UPS, etc.). En ese link se puede saber a qué hora recibió la compañía el producto y en qué ciudad, a qué hora llegó a destino, etc.
DESPACHO A CHILE
Cuando el producto ya está en las oficinas de la compañía que lo traerá a Chile, se verfica que no sea un producto restringido (como alimentos, armas o cosméticos. Lista completa en www.aduana.cl).
Luego el producto es despachado a nuestro país a través de aerolíneas comerciales. En este punto comienzan a sumarse cobros, partiendo por el "flete aéreo". El costo de transportar un paquete a Chile va a depender de las dimensiones. Se evalúa el peso y las dimensiones del producto por separado.
Por ejemplo, si desea comprar una consola de videojuegos (que en Estados Unidos cuesta US$ 199 y en Chile 199 mil pesos, algo así como US$ 332). Las aerolíneas calculan su peso y también el peso que representa el embalaje. Este último se obtiene multiplicando el largo, por el ancho, más altura (en centímetros), todo lo cual se divide por seis. El resultado de esa división se obtiene en kilos, lo que se conoce como peso volumétrico. Las aerolíneas cobran el valor del peso mayor (un kilo cuesta US$ 13 dólares, pero mientras más kilos es más barato el envío). En el caso de nuestra consola, su peso aproximado es de dos kilos, lo que implica que el costo del traslado será de US$ 27 dólares.
Un consejo es que el usuario vea si la empresa de courier ofrece hacer el "reembalaje" del producto cuando éste supera en demasía al peso del producto comprado. Las compañías que hacen esto se comunican con el usuario para informarle si desea realizar este procedimiento. En el caso de los notebooks, por ejemplo, Dell embala en cajas muy pequeñas, mientras que las cajas de HP son más grandes. Junto a este cobro las compañías ofrecen un seguro obligatorio. Para ello hay que fijarse en las cláusulas del contrato. Trans Express, por ejemplo, ofrece el seguro gratis hasta los US$ 100 dólares. A partir de allí se cobra una suma cercana a los US$ 5. La consola ya va en US$ 232 dólares.
LLEGADA A DESTINO
Lo siguiente es el arribo a Chile, en un plazo de 48 horas. Acá se suma el resto de los cobros, por concepto de impuestos, derecho de aduana y manejo operacional de la empresa courier. Volviendo al ejemplo de la consola, el derecho de aduana que debe pagar corresponde a 25% del valor facturado del producto (esto es el resultado del cobro de 6% por derecho de aduana más el es el 19% que se cobra por IVA). Cabe destacar que los productos manufacturados en EE.UU. pagan sólo el IVA, gracias a los TLC firmados con ese país, como es el caso de de los notebooks).
El manejo operacional, en tanto, es de US$ 10 dólares aprox. para un producto que cuesta US$ 200. ¿El precio final de la consola? US$ 292 dólares ($ 158 mil pesos). Todo el trámite lo realiza la empresa courier, aunque hay que considerar que para productos sobre los US$ 1.000 hay que contratar los servicios de un agente de Aduana. Finalmente, el producto llega a las oficinas en Santiago, donde el cliente debe pasar a recogerlo. En este momento también cancela lo que costó traer su producto a Chile. En el mejor de los casos, se habrá ahorrado hasta el 40% del precio del mismo producto comprado en Chile.
EL CONSUMIDOR 2.0
Los especialistas ya están hablando del consumidor 2.0 para referirse al nuevo tipo de cliente que compra por internet. Eugenio García Huidobro, socio y director de la firma Sales Consulting Group, explica que se trata de gente cuyas vitrinas no son las locales: "Visitan las tiendas del mundo a través de la red y conocen las ofertas antes de verlas en los puntos de venta", explica.
Dice que han sido caracterizados como pequeñas tribus, que compran para pertenecer a ciertos "grupos o comunidades". Algunos ejemplos de estas tribus son los gamers, que compran juegos y están siempre al tanto de lo que se está lanzando afuera; los amantes de la música o la literatura, que encargan música y libros, respectivamente. También están los "tuerca" que compran partes y repuestos para automóviles, o los que son adictos a las últimas novedades de la tecnología. Son ellos los que encargarán por internet cuanta novedad salga a la venta: desde el Kindle de Amazón, hasta un televisor que reproduce imágenes en 3D. Hay otro grupo de usuarios que vitrinea afuera, pero que compra en Chile siguiendo las tendencias de otros mercados, como el europeo y estadounidense.
LA TERCERA
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